SENTIMIENTOS
Miércoles, 17 de Noviembre de 2010Delante tuyo hay miles de puertas, unas se abren delante de ti y otras se cierran detrás. Algunas tienen un candado puesto y nunca podrás abrirlas. El caso es elegir la puerta por la que queremos seguir nuestro camino, nuestra vida. Y cerrar nosotros mismos aquellas puertas que tanto daño hacen.
Hoy me vienen recuerdos a la mente. Puertas que tuve que cerrar, pero en mi corazón no cerró la herida, pues miro atrás y lloro. Lágrimas saladas, como el agua del mar. Hay cosas que marcan para siempre y se quedan en algún lugar de tu corazón. Aunque cierres esa puerta, hay una ventana por donde ves el pasado. Un pasado feliz en su momento, pero perdido ahora.
Seguir adelante, es lo único que importa. Pero a veces sorprende, cuando crees haber superado algo, volverte a encontrar con ese sentimiento de dolor, de disgusto, de no entender qué pasó. O saberlo sin llegar a compranderlo. Y es que hay cosas que no comprenderé jamás.
En momentos así me refugio en mi colchón. Él me deja llorar todo lo que necesito, me da calma, paz, serenidad, descanso. Quedo sumida en mis recuerdos pero, al final, caigo en un profundo sueño y, a la mañana siguiente, lo veo todo de otro modo. Habiendo descansado en un colchón de alta gama me levanto totalmente renovada, esperanzada con el nuevo día.
No hay día sin noche ni noche sin día. No hay hecho sin recuerdo ni recuerdo sin hecho. No hay personas a olvidar, sino cosas que olvidar. No hay dolor sin llanto, no hay lágrima sin sal.
Pero algo sé seguro, mi noche será de descanso absoluto y mañana renaceré, como un amanecer, como el Crepusculo de la vida.
Por ello mi colchón se llama precisamente así, Crepusculo (viscoelástica, https://blogcolchones.es/?p=351). Quiero renacer cada día, como si la vida fuese totalmente nueva, con ilusiones renovadas, con sueños por cumplir, y sí, con recuerdos, algunos maravillosos, otros no tanto.
Quiero vivir cada día como una nueva aventura, pero también tengo derecho a llorar cuando lo necesito. Siempre sé que mañana será todo mejor, porque habré descanado en mi colchón y porque mis sueños me llevarán a otro lugar distinto que me ilusione al despertar.
Nunca borres tus recuerdos, pero tampoco te alimentes jamás de ellos. EStán ahí, no pueden borrarse, míralos a veces, vuelve la vista atrás, pero que sea pocas veces, porque la vida está delante de ti, esperándote. El pasado, pasado está. Nunca volverá.
Por: