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DORMIR SEGÚN LA POSTURA

Martes, 21 de Diciembre de 2010

Dormir bien. El Secreto: La Postura

Mejores_posturas_dormir
Soluciones para mejorar la calidad del sueño en función de la postura. Interpretación sicológica de las diferentes posturas para dormir. Sugerencias para mejorar el sueño.

LA CALIDAD DEL SUEÑO.

El dormir suficiente y bien nos ayuda a permanecer sanos. Muchas personas no logran dormir bien todas las noches, sienten dificultad en conciliar el sueño o en permanecer dormidas. Los patrones del sueño cambian con la edad, pero dormir mal y despertarse cansado todos los días no forma parte del envejecimiento normal.

De hecho, la dificultad para dormir puede ser un síntoma de algún trastorno emocional o físico y es algo que se debe comentar con el médico o un especialista del sueño.

Existen dos períodos de sueño en un ciclo normal de sueño — el sueño agitado (REM, por las siglas en inglés de “rapid eye movement” o movimiento ocular rápido) y el sueño sosegado No-REM (Non-REM, por sus siglas en inglés).

Las personas tienen cerca de cuatro o cinco ciclos de REM y No-REM en la noche. En las personas de la tercera edad,  el tiempo que pasan en las etapas más profundas del sueño No-REM disminuye.  Esto puede explicar por qué se dice que las personas de la tercera edad tienen el sueño ligero.

Aunque la cantidad de horas de sueño que necesitan las personas varía enormemente, el promedio es entre 7 y 8 horas por noche. Al avanzar la edad, la cantidad total de sueño tiende a disminuir.

PROBLEMAS COMUNES DEL SUEÑO

El insomnio se caracteriza por:

  • Dificultad en conciliar el sueño (más de 30 a 45 minutos)
  • Despertarse muchas veces en la noche
  • Despertarse temprano y no poder conciliar nuevamente el sueño
  • Despertarse cansado
  • Salvo raras excepciones, el insomnio es síntoma de un problema, no el problema en sí.

El insomnio puede estar vinculado con otros trastornos del sueño tales como la apnea, que es un problema común en el cual hay un cese de la respiración por períodos de hasta 2 minutos varias veces en la noche. Hay dos tipos de apnea:

  • Apnea obstructiva, que es una pausa involuntaria en la respiración — el aire no puede entrar ni salir por la boca o por la nariz de la persona;
  • Apnea central, que es menos común y sucede cuando el cerebro no envía las señales indicadas para estimular los músculos de la respiración.

En ambos casos, la persona desconoce completamente su dificultad para respirar.  La somnolencia durante el día, además de los fuertes ronquidos durante la noche, son indicaciones de posible apnea. Un médico especializado en trastornos del sueño puede hacer el diagnóstico y recomendar un tratamiento.

Los tratamientos incluyen aprender a dormir en una posición correcta, dispositivos que ayudan a mantener las vías respiratorias abiertas, medicamentos o cirugía.

SUGERENCIAS PARA DORMIR BIEN

El dormir bien por la noche afecta enormemente cómo la persona se siente. Aquí encontrará algunas sugerencias:

  • Mantenga un horario regular, acuéstese y levántese a la misma hora cada día.
  • Trate de no dormir mucho durante el día, puede sentir menos sueño por la noche.
  • Trate de hacer ejercicio en un horario regular todos los días.
  • Trate de aprovechar la luz natural en las tardes todos los días.
  • Tenga cuidado con lo que come. No tome bebidas con cafeína después de una cierta hora. La cafeína es un estimulante y puede mantenerlo despierto.  Además, si le apetece un bocado antes de ir a dormir, una bebida caliente y algunas galletas pueden servirle.
  • No beba alcohol ni fume para poder dormir mejor. El alcohol puede hacer que sea difícil permanecer dormido.  Fumar es peligroso por muchas razones, incluso por el peligro de quedarse dormido con un cigarrillo encendido. La nicotina también es un estimulante.
  • Establezca una rutina a la hora de acostarse. Haga las mismas cosas todas las noches para comunicarle al cuerpo que es hora de tranquilizarse.

Si está tan cansado(a) durante el día que no puede actuar normalmente, y si esto dura más de 2 o 3 semanas, debe consultar con su médico o con un especialista de trastornos del sueño.

LA POSTURA DE DORMIR

La postura revela, sin que lo podamos controlar, aspectos de nuestro inconsciente.

Sin embargo, la medicina aconseja intentar controlar este impulso freudiano, pues no todas las posturas son igualmente sanas ni favorables para nuestro descanso. Consejos contra el insomnio.

En general, dormir boca abajo puede dar lugar a problemas digestivos (ya que los contenidos del estómago llegan con mayor facilidad hasta la boca) y dormir boca arriba puede originar molestias respiratorias de diversa índole.

En cualquier caso, adoptemos la postura que adoptemos, lo más frecuente es que esa postura se mantenga sin cambios mientras permanecemos dormidos.

Se calcula que tan sólo un 5% de la población varía de postura en una misma noche.

LAS SEIS POSTURAS FUNDAMENTALES.

EL FETO

Tan sólo un 5% de la población varía de postura en una misma noche

Es la postura mayoritaria (el 41% de la población adopta la posición fetal). Como curiosidad, también es la postura mayoritaria entre las mujeres (un 51%).

La persona se acuesta de lado, con las piernas y los brazos encogidos, como si de un feto se tratase.

Esta postura podría asociarse erróneamente a gente que transmite una imagen apocada o débil, ya que la colocación del cuerpo sugiere ternura y necesidad maternal. Sin embargo, es una posición propia de gente que comunica una gran fortaleza y energía de cara al exterior, aunque estos rasgos sean el escudo de una exagerada sensibilidad.

Esta postura revela cómo esa fuerza que exhiben ante el resto es un recurso para disimular su timidez o su introversión.

La sensibilidad, oculta tras una autoconfianza más esforzada que real, constituye la clave de la personalidad de quienes duermen de este modo.

Si pertenece al grupo de personas que duermen en postura fetal, debe emplear una almohada suficientemente alta, de manera que la columna quede perfectamente alineada con el cuello y la cabeza, evitando así lesiones o molestias cervicales.

EL TRONCO

Es la segunda postura más frecuente, con un 15%.

Quienes adoptan esta postura para dormir, se recuestan sobre uno de sus lados y dejan caer los brazos pegados a lo largo del cuerpo.

Los “troncos” son, por lo general, muy abiertos y sociables. Su acusada sociabilidad les lleva a formar parte de diversos grupos, en los que se integran con facilidad y donde llegan a demostrar, en ocasiones, capacidad de liderazgo y convocatoria.

Sin embargo, su fe en los demás puede hacerles un tanto ingenuos, hasta el punto de tomar como cierta cualquier afirmación, conozcan o no la fuente de la que proceda.

Su credulidad les hace vulnerables y deben tener especial cuidado con el elogio interesado y la alabanza fácil.

En el caso de los “troncos”, es recomendable variar la postura a lo largo de la noche para facilitar el flujo sanguíneo.

EL NOSTÁLGICO

De acuerdo con los estudios de Idzikowski, el porcentaje de gente que duerme adoptando la postura del nostálgico es de un 13%, aproximadamente.

Esta postura consiste en dormir de lado con los brazos extendidos hacia el frente, en ángulo recto con el cuerpo.

El carácter de quienes duermen en esta posición tiene algunos rasgos en común con la forma de ser de la gente que adopta la postura del tronco. Ambos son sociables, abiertos y con tendencia a la integración en grupos grandes. Sin embargo, la credulidad de los “troncos” se convierte en suspicacia en los “nostálgicos”.

La visión del mundo de estos últimos es mucho más crítica, menos confiada y -en muchos casos- puede llegar al sarcasmo y al cinismo, dependiendo de la situación. Esa percepción crítica de la realidad les impide aceptar con facilidad las ideas ajenas, aunque sí las respeten, de modo que pueden resultar bastante obstinados.

En el caso de esta postura también es aconsejable variar de posición a lo largo de la noche, pues puede provocar problemas cardiovasculares y, con frecuencia, rechinar de dientes.

EL SOLDADO

Los “soldados” suman tan sólo un 8%.

La postura del soldado consiste en dormir sobre la espalda con el cuerpo completamente estirado y los brazos pegados al cuerpo.

Quienes duermen de esta forma se caracterizan por ser introvertidos y, generalmente, muy reservados. Frente a los “troncos” y los “nostálgicos”, evitan los grupos grandes y prefieren los entornos tranquilos y relajados. Huyen del ruido, del caos y del tumulto.

En su vida diaria, suelen guiarse por unas normas muy estrictas que siempre cumplen a rajatabla y que, sin darse cuenta, intentan imponer a quienes forman parte de su entorno.
La regularidad y la rutina no sólo no les asustan, sino que son sus mejores aliadas.

La postura del soldado puede dar lugar a problemas respiratorios y es poco recomendable en el caso de personas obesas. Además, provoca fuertes ronquidos.

CAÍDA LIBRE

La postura de la caída libre no es excesivamente frecuente. Suma un escaso 7% del porcentaje total.

Se trata de una posición poco común que consiste en tumbarse cabeza abajo y extender los brazos alrededor de la almohada, dejando la cabeza a un lado.

Al igual que los “soldados” y los “troncos”, las personas que adoptan la postura de la caída libre, suelen ser sociables y extrovertidas. Sin embargo, este grupo se diferencia, en primer lugar, por su nerviosismo. Son personas muy inquietas y dinámicas, cuya actividad puede desembocar en serios problemas a la hora de conciliar el sueño.

La segunda diferencia reside en su rechazo de las críticas, que no son capaces asumir con facilidad. Huyen de todo comentario que consideren negativo y reaccionan mal en situaciones extremas, ante las que demuestran una escasa capacidad de actuación. Además, su nerviosismo puede llevarles a realizar pequeñas o grandes imprudencias, por falta de reflexión previa.

Se aconseja cambiar de postura durante la noche para evitar posibles problemas de cervicales.

LA ESTRELLA DE MAR

Constituye el grupo más minoritario: sólo un 5% adopta esta postura a la hora de dormir.

Duermen como una estrella de mar quienes se tumban sobre la espalda con los brazos estirados hacia arriba, rodeando la almohada.

Las “estrellas de mar” destacan por ser personas altruistas, llenas de buenos sentimientos y con generosidad suficiente como para atender a quienes se les acercan, siempre que acudan a ellos con intenciones sanas. Su atención hacia los demás les permite hacer amigos rápidamente y, por lo general, evitan ser el centro de atención, pues prefieren quedarse en un discreto segundo plano en reuniones y grupos.

Esta postura es poco beneficiosa para las personas obesas o con problemas respiratorios. En este último caso, puede provocar interrupciones del sueño y ronquidos.

Fuente: http://davidhuerta.typepad.com

Por:

¿CÓMO DORMIR Y DESCANSAR ADECUADAMENTE?

Sábado, 4 de Diciembre de 2010

Dormir en palabras de Wolman es el estado de reposo del cuerpo, combinado con la inhibición de las actividades voluntarias, la disminución del metabolismo y la suspensión parcial o total de la conciencia.

Cuando los antiguos griegos hablaban de Hypnos, se referían a un enigmático Dios del Sueño que, según decían, vivía en una oscura caverna, era el hermano de la Muerte y el hijo de la Noche.

Aristóteles creía que el sueño estaba provocado por la influencia en el cerebro de los vapores derivados de la descomposición de los alimentos en el estómago.

En el siglo XVIII resurgió la idea de que la sangre se acumulaba en la cabeza y sometía a presión al cerebro, provocando su desconexión temporal.

A mediados del siglo XX con el uso de los electroencefalogramas comenzaron a dar pasos importantes en la comprensión del sueño. Pero es en 1953, cuando los científicos verificaron el fenómeno de los movimientos oculares rápidos durante el sueño, abriendo con ello el estudio y abordaje científico del sueño.

Hoy día sabemos que dormir es una actividad fundamental para el ser humano; bastará decir que la ausencia total de sueño puede causar la muerte más rápidamente que dejar de comer. Alrededor de un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo, es decir, más tiempo del que dedicamos al cuidado de los hijos, a relacionarnos con nuestros familiares y amigos e incluso a trabajar.

Nacemos con el don de dormir sin esfuerzo; cuando los bebés necesitan dormir, se limitan a cerrar los ojos, y navegar a la deriva. Pero al llegar a la edad adulta, hemos aprendido a acomodar nuestros hábitos de sueño a las necesidades, demandas y costumbres de la sociedad. Esta conducta aprendida reemplaza nuestra capacidad de dormir de una forma natural.

A lo largo de la vida cotidiana, nos vemos sometidos inevitablemente al estrés, tensión relacionada con el trabajo o por el impacto emocional de un suceso inesperado. Cuando no dedicamos el tiempo adecuado para descansar, podemos experimentar problemas tales como: desórdenes físicos y mentales, irritabilidad, fatiga, baja productividad y rendimiento laboral y/o académico, accidentes, conflictos y problemas en las relaciones interpersonales, y, en situaciones extremas, hasta la muerte. Si tenemos suerte, los efectos perjudiciales en el sueño sólo serán temporales; de lo contrario, el estrés podría causar problemas de sueño a largo plazo.

Por ello aprender a dormir y descansar adecuadamente es una estrategia de vida.

Sugerencias:

• Evite hacer ejercicio antes de dormir.
• Controle la temperatura de la habitación, lo recomendado es 23°C a 25°C
• Póngase ropa cómoda para dormir de preferencia algodón.
• Evite ruidos estruendosos (ventiladores en mal estado).
• Haga ejercicios de movimientos de los ojos de derecha a izquierda.
• Verifique su respiración, el tener problemas respiratorios no permite descansar adecuadamente.
• Procure no cenar poco antes de que va a dormir, cene ligero, evite comida condimentada, o grandes cantidades de café.
• No acostumbre dormir con la televisión prendida.
• Aprenda a controlar la aparición de pensamientos relacionados con problemas cotidianos.
• Acuda con un especialista en trastornos del sueño en caso de requerirlo.

Fuente texto: www.mexicanal.com

Por:

 

DORMIR BIEN. EL SECRETO: LA POSTURA

Jueves, 2 de Diciembre de 2010

Soluciones para mejorar la calidad del sueño en función de la postura. Interpretación sicológica de las diferentes posturas para dormir. Sugerencias para mejorar el sueño.

LA CALIDAD DEL SUEÑO.

El dormir suficiente y bien nos ayuda a permanecer sanos. Muchas personas no logran dormir bien todas las noches, sienten dificultad en conciliar el sueño o en permanecer dormidas. Los patrones del sueño cambian con la edad, pero dormir mal y despertarse cansado todos los días no forma parte del envejecimiento normal. 

De hecho, la dificultad para dormir puede ser un síntoma de algún trastorno emocional o físico y es algo que se debe comentar con el médico o un especialista del sueño. 

Existen dos períodos de sueño en un ciclo normal de sueño — el sueño agitado (REM, por las siglas en inglés de “rapid eye movement” o movimiento ocular rápido) y el sueño sosegado No-REM (Non-REM, por sus siglas en inglés). 

Las personas tienen cerca de cuatro o cinco ciclos de REM y No-REM en la noche. En las personas de la tercera edad,  el tiempo que pasan en las etapas más profundas del sueño No-REM disminuye.  Esto puede explicar por qué se dice que las personas de la tercera edad tienen el sueño ligero. 

Aunque la cantidad de horas de sueño que necesitan las personas varía enormemente, el promedio es entre 7 y 8 horas por noche. Al avanzar la edad, la cantidad total de sueño tiende a disminuir. 

PROBLEMAS COMUNES DEL SUEÑO 

El insomnio se caracteriza por: 

  • Dificultad en conciliar el sueño (más de 30 a 45 minutos) 
  • Despertarse muchas veces en la noche 
  • Despertarse temprano y no poder conciliar nuevamente el sueño 
  • Despertarse cansado 
  • Salvo raras excepciones, el insomnio es síntoma de un problema, no el problema en sí. 

El insomnio puede estar vinculado con otros trastornos del sueño tales como la apnea, que es un problema común en el cual hay un cese de la respiración por períodos de hasta 2 minutos varias veces en la noche. Hay dos tipos de apnea: 

  • Apnea obstructiva, que es una pausa involuntaria en la respiración — el aire no puede entrar ni salir por la boca o por la nariz de la persona; 
  • Apnea central, que es menos común y sucede cuando el cerebro no envía las señales indicadas para estimular los músculos de la respiración. 

En ambos casos, la persona desconoce completamente su dificultad para respirar.  La somnolencia durante el día, además de los fuertes ronquidos durante la noche, son indicaciones de posible apnea. Un médico especializado en trastornos del sueño puede hacer el diagnóstico y recomendar un tratamiento. 

Los tratamientos incluyen aprender a dormir en una posición correcta, dispositivos que ayudan a mantener las vías respiratorias abiertas, medicamentos o cirugía. 

SUGERENCIAS PARA DORMIR BIEN 

El dormir bien por la noche afecta enormemente cómo la persona se siente. Aquí encontrará algunas sugerencias: 
 

  • Mantenga un horario regular, acuéstese y levántese a la misma hora cada día. 
  • Trate de no dormir mucho durante el día, puede sentir menos sueño por la noche. 
  • Trate de hacer ejercicio en un horario regular todos los días. 
  • Trate de aprovechar la luz natural en las tardes todos los días. 
  • Tenga cuidado con lo que come. No tome bebidas con cafeína después de una cierta hora. La cafeína es un estimulante y puede mantenerlo despierto.  Además, si le apetece un bocado antes de ir a dormir, una bebida caliente y algunas galletas pueden servirle. 
  • No beba alcohol ni fume para poder dormir mejor. El alcohol puede hacer que sea difícil permanecer dormido.  Fumar es peligroso por muchas razones, incluso por el peligro de quedarse dormido con un cigarrillo encendido. La nicotina también es un estimulante. 
  • Establezca una rutina a la hora de acostarse. Haga las mismas cosas todas las noches para comunicarle al cuerpo que es hora de tranquilizarse. 

Si está tan cansado(a) durante el día que no puede actuar normalmente, y si esto dura más de 2 o 3 semanas, debe consultar con su médico o con un especialista de trastornos del sueño. 

LA POSTURA DE DORMIR

La postura revela, sin que lo podamos controlar, aspectos de nuestro inconsciente. 

Sin embargo, la medicina aconseja intentar controlar este impulso freudiano, pues no todas las posturas son igualmente sanas ni favorables para nuestro descanso. Consejos contra el insomnio.

En general, dormir boca abajo puede dar lugar a problemas digestivos (ya que los contenidos del estómago llegan con mayor facilidad hasta la boca) y dormir boca arriba puede originar molestias respiratorias de diversa índole. 

En cualquier caso, adoptemos la postura que adoptemos, lo más frecuente es que esa postura se mantenga sin cambios mientras permanecemos dormidos. 

Se calcula que tan sólo un 5% de la población varía de postura en una misma noche.

LAS SEIS POSTURAS FUNDAMENTALES. 

EL FETO

Tan sólo un 5% de la población varía de postura en una misma noche

Es la postura mayoritaria (el 41% de la población adopta la posición fetal). Como curiosidad, también es la postura mayoritaria entre las mujeres (un 51%). 

La persona se acuesta de lado, con las piernas y los brazos encogidos, como si de un feto se tratase. 

Esta postura podría asociarse erróneamente a gente que transmite una imagen apocada o débil, ya que la colocación del cuerpo sugiere ternura y necesidad maternal. Sin embargo, es una posición propia de gente que comunica una gran fortaleza y energía de cara al exterior, aunque estos rasgos sean el escudo de una exagerada sensibilidad. 

Esta postura revela cómo esa fuerza que exhiben ante el resto es un recurso para disimular su timidez o su introversión. 

La sensibilidad, oculta tras una autoconfianza más esforzada que real, constituye la clave de la personalidad de quienes duermen de este modo. 

Si pertenece al grupo de personas que duermen en postura fetal, debe emplear una almohada suficientemente alta, de manera que la columna quede perfectamente alineada con el cuello y la cabeza, evitando así lesiones o molestias cervicales. 

EL TRONCO

Es la segunda postura más frecuente, con un 15%. 

Quienes adoptan esta postura para dormir, se recuestan sobre uno de sus lados y dejan caer los brazos pegados a lo largo del cuerpo. 

Los “troncos” son, por lo general, muy abiertos y sociables. Su acusada sociabilidad les lleva a formar parte de diversos grupos, en los que se integran con facilidad y donde llegan a demostrar, en ocasiones, capacidad de liderazgo y convocatoria. 

Sin embargo, su fe en los demás puede hacerles un tanto ingenuos, hasta el punto de tomar como cierta cualquier afirmación, conozcan o no la fuente de la que proceda. 

Su credulidad les hace vulnerables y deben tener especial cuidado con el elogio interesado y la alabanza fácil. 

En el caso de los “troncos”, es recomendable variar la postura a lo largo de la noche para facilitar el flujo sanguíneo. 

EL NOSTÁLGICO

De acuerdo con los estudios de Idzikowski, el porcentaje de gente que duerme adoptando la postura del nostálgico es de un 13%, aproximadamente. 

Esta postura consiste en dormir de lado con los brazos extendidos hacia el frente, en ángulo recto con el cuerpo. 

El carácter de quienes duermen en esta posición tiene algunos rasgos en común con la forma de ser de la gente que adopta la postura del tronco. Ambos son sociables, abiertos y con tendencia a la integración en grupos grandes. Sin embargo, la credulidad de los “troncos” se convierte en suspicacia en los “nostálgicos”. 

La visión del mundo de estos últimos es mucho más crítica, menos confiada y -en muchos casos- puede llegar al sarcasmo y al cinismo, dependiendo de la situación. Esa percepción crítica de la realidad les impide aceptar con facilidad las ideas ajenas, aunque sí las respeten, de modo que pueden resultar bastante obstinados. 

En el caso de esta postura también es aconsejable variar de posición a lo largo de la noche, pues puede provocar problemas cardiovasculares y, con frecuencia, rechinar de dientes. 

EL SOLDADO

Los “soldados” suman tan sólo un 8%. 

La postura del soldado consiste en dormir sobre la espalda con el cuerpo completamente estirado y los brazos pegados al cuerpo. 

Quienes duermen de esta forma se caracterizan por ser introvertidos y, generalmente, muy reservados. Frente a los “troncos” y los “nostálgicos”, evitan los grupos grandes y prefieren los entornos tranquilos y relajados. Huyen del ruido, del caos y del tumulto. 

En su vida diaria, suelen guiarse por unas normas muy estrictas que siempre cumplen a rajatabla y que, sin darse cuenta, intentan imponer a quienes forman parte de su entorno. 
La regularidad y la rutina no sólo no les asustan, sino que son sus mejores aliadas. 

La postura del soldado puede dar lugar a problemas respiratorios y es poco recomendable en el caso de personas obesas. Además, provoca fuertes ronquidos. 

CAÍDA LIBRE

La postura de la caída libre no es excesivamente frecuente. Suma un escaso 7% del porcentaje total. 

Se trata de una posición poco común que consiste en tumbarse cabeza abajo y extender los brazos alrededor de la almohada, dejando la cabeza a un lado. 

Al igual que los “soldados” y los “troncos”, las personas que adoptan la postura de la caída libre, suelen ser sociables y extrovertidas. Sin embargo, este grupo se diferencia, en primer lugar, por su nerviosismo. Son personas muy inquietas y dinámicas, cuya actividad puede desembocar en serios problemas a la hora de conciliar el sueño. 

La segunda diferencia reside en su rechazo de las críticas, que no son capaces asumir con facilidad. Huyen de todo comentario que consideren negativo y reaccionan mal en situaciones extremas, ante las que demuestran una escasa capacidad de actuación. Además, su nerviosismo puede llevarles a realizar pequeñas o grandes imprudencias, por falta de reflexión previa. 

Se aconseja cambiar de postura durante la noche para evitar posibles problemas de cervicales. 

LA ESTRELLA DE MAR

Constituye el grupo más minoritario: sólo un 5% adopta esta postura a la hora de dormir. 

Duermen como una estrella de mar quienes se tumban sobre la espalda con los brazos estirados hacia arriba, rodeando la almohada. 

Las “estrellas de mar” destacan por ser personas altruistas, llenas de buenos sentimientos y con generosidad suficiente como para atender a quienes se les acercan, siempre que acudan a ellos con intenciones sanas. Su atención hacia los demás les permite hacer amigos rápidamente y, por lo general, evitan ser el centro de atención, pues prefieren quedarse en un discreto segundo plano en reuniones y grupos. 

Esta postura es poco beneficiosa para las personas obesas o con problemas respiratorios. En este último caso, puede provocar interrupciones del sueño y ronquidos.

Fuente texto: www.masmasculino.com

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CONSEJOS PARA TENER UNA BUENA SALUD

Miércoles, 1 de Diciembre de 2010

Hemos de reencontrarnos con la naturaleza cambiar malos hábitos, romper algunas ideas rígidas y preestablecidas con ello podremos empezar a notar el cambio y evidentemente, para bien.

Para ello debemos seguir una rutina diaria de alimentación que incluya, frutas, verduras y plantas curativas, todo ello consumido en orden.

Además de la alimentación necesitamos acompañarlo de ejercicio físico para fortalecer los músculos y el sistema cardiovascular.

Nadie tiene una salud perfecta, pero si podemos ayudar al organismo a estar en la mejor forma posible.

Cuando el cuerpo empieza a eliminar toxinas, empiezan a haber cambios en el organismo que pueden ir desde la aparición de fiebre, hasta una falta de apetito, esto no es otra cosa que la puesta en marcha de nuestro sistema inmunológico.

 También debemos cuidar y trabajar nuestra mente, los pensamientos saludables que tengamos, repercutirán en nuestro cuerpo para bien de igual forma que los pensamientos negativos romperán nuestra salud.

Otro consejo a tener en cuenta para mantener la salud, es tener confianza en nosotros mismos, “tomarnos las cosas con calma”, para ello debemos aprender a convivir con las molestias y presiones que a veces nos agobian.

Las tensiones son fuentes de enfermedad, principalmente nerviosas y mentales.

Dormir bien es necesario para el cuerpo y para ello debemos aprender a apartar de nuestra mente, en este momento, las preocupaciones, de esa forma lucharemos  contra el tan temido insomnio.

Hemos de aprender a desconectar aunque solo sea unos minutos, varias veces al día, a fin de poner freno a  una “cabalgantetensión y evitar que ella pueda con nosotros, al contrario, debemos ser nosotros los que podamos contra ella.

El descanso, la relajación de los músculos, la despreocupación que lograremos al hacer ejercicio, el caminar o pasear, tener distracciones, “ayuda a que tengamos salud”.

TRATAMIENTO BASICO PARA ESTAR SANOS

  • No fumar, dejar el alcohol, no consumir refrescos embotellados, ni dulces o productos refinados, tomar poca sal.
  • Abandonar los excesos, son “dañinos para el cuerpo”.
  • Beber mucha agua, una media de litro y medio al día.
  • Mantener una alimentación sana a base de frutas, verduras, carnes blancas, pescado, pan integral…
  • Comer despacio y masticar bien.
  • No automedicarse ni consumir vitaminas sintéticas (salvo prescripción por un profesional de la salud)
  • Hacer ejercicio siempre según nuestras posibilidades.
  • Respirar bien.
  • Mantener una higiene personal y de nuestro entorno para sentirnos bien.
  • Vestir cómodos y con ropa holgada y de texturas lo más naturales posibles.
  • Mantener una postura de columna adecuada, no estar en una misma posición mucho tiempo.
  • Seguir una disciplina en horarios y actividades diarias.
  • Disfrutar de aquello  que nos satisface, naturaleza, arte, música…
  • Ser positivo.
  • Ponerse metas para trabajar y cumplirlas.

Fuente texto: www.naturopatamasdeu.com

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PARA TENER BUENA SALUD HAY QUE DORMIR BIEN

Lunes, 29 de Noviembre de 2010

Todos sabemos que los factores básicos para tener buena salud son mantener una dieta balanceada, mantener buenos hábitos y hacer ejercicio a diario. Sin embargo, hay otro factor que es importante no olvidar, la cantidad de horas que dormirmos y la calidad de la mismas. Dormir bien es sinónimo de buena salud. Esto se debe a que en estas horas nuestro cuerpo descansa y recupera la energía perdida durante el día, necesario para disfrutar de una vida más saludable.

Sin embargo, muchas personas tienen problemas para conciliar el sueño, lo cual afecta su salud. Es bueno saber que este problema puede remediarse si se siguen determinados elementos, estos incluyen desde seguir una correcta alimentación para dormir bien hasta qué música para dormir puede ayudarnos a conciliar el sueño. Por eso, hoy te mostramos algunos trucos para poder dormir mejor.

Primero que nada, es importante cenar de forma ligera, por tanto, haremos bien en evitar las frituras, las salsas pesadas o las carnes rojas. Además, es conveniente que cenes al menos dos horas antes de irte a dormir.

También existen determinadas infusiones o bebidas relajantes que son ideales tomadas unos minutos antes de irte a dormir, ya que son relajantes. Por ejemplo, puedes optar por una infusión de pasiflora o una infusión de melisa.

Por otro lado, es muy importante que tengamos el colchón adecuado y en buen estado, lo mismo sucede con la almohada. La calidad de nuestro descanso depende de esto.

Por último, a muchas personas les es de mucha ayuda tomar baños relajantes para aflojar el cuerpo, también puedes agregar sales relajantes. Aunque, el baño debe durar entre 15 a 20 minutos. Y además, una vez que te acuestes debes olvidarte de las tensiones o de las preocupaciones diarias, y preocuparte sólo en descansar bien.

Esperamos que estos consejos te sean de mucha ayuda.

Fuente texto: http://blognutricion.com

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TRES COSAS QUE DEBES SABER PARA ELEGIR EL COLCHÓN ADECUADO

Jueves, 25 de Noviembre de 2010

Un buen colchón es el complemento imprescindible para una buena cama.

A continuación describimos los principales tipos de colchones y las ventajas que ofrece cada uno de ellos para proporcionar el bienestar de un buen descanso.

  1. Escoge el colchón que se adapta a tu camaEs importante renovar periódicamente el colchón asegurándote de que sus dimensiones se corresponden con las de la cama. Suelen ser medidas normalizadas. Pero ¡cuidado!: debemos tenerlas muy en cuenta a la hora de adquirir el colchón.
  2. Sin duda, la mejor calidad en el materialAunque, inicialmente, los colchones de muelles o de látex son los más recomendables, la elección de un tipo u otro depende de nuestros gustos personales y presupuesto.

    Los colchones de muelles se adaptan a cualquier tipo de somier, excepto los articulados.

    Los de látex son más flexibles y cálidos, aunque desaconsejados para personas que sufran alergias.

  3. Objetivos: firmeza y comodidadLa firmeza del colchón influye en la comodidad.

    Un colchón demasiado blando o, por el contrario, excesivamente duro puede resultar incómodo a largo plazo. Los colchones de muelles ofrecen variedad de firmezas mientras que los de látex o espuma suelen tener una firmeza media.

Fuente texto: www.mibienestar.es

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¿QUIERES DESCANSAR BIEN? ENTONCES APRENDE A DORMIR

Miércoles, 24 de Noviembre de 2010

Seguro que alguna vez te has desvelado en mitad de la noche, con la extraña sensación (a pesar de las pocas horas que llevabas dormido) de estar completamente despejado y sin cansancio (incluso mejor que cuando duermes toda la noche del tirón). Luego te has vuelto a acostar, y al sonar la alarma por la mañana te has levantado destrozado, completamente atontado y sin ganas de salir de la cama. ¿A que es debido que con menos horas de sueño te hayas sentido tan bien, y luego con más estés tan cansado?. Está relacionado con lo que los expertos llaman “ciclos del sueño”, que una vez entendidos nos servirán para elaborar un método con el que conseguir despertarnos sin la molesta sensación de cansancio.

Los ciclos del sueño

El sueño no es un estado único en el que permanecemos mientras dormimos, sino que tiene 5 etapas. Durante el transcurso de la noche, en el sueño, vamos recorriendo cada una de esas etapas, completándolas todas en un ciclo que dura aproximadamente 90 minutos. Las etapas 1 y 2 son las consideradas como sueño “ligero”, mientras que las etapas 3 y 4 son consideradas de sueño “profundo”. La quinta etapa, que es completamente diferente al resto, es la fase de sueño REM (”movimientos oculares rápidos”), que es cuando soñamos.

Las investigaciones han demostrado que la duración del sueño no es lo que hace que luego nos sintamos frescos y despejados. El factor clave es el número de ciclos completos que realizamos. Cada ciclo del sueño, como ya hemos dicho, dura aproximadamente 90 minutos: 65 minutos de sueño normal (o no-REM, las 4 primeras etapas); 20 minutos de sueño REM (la quinta etapa); y 5 minutos finales en un estado no-REM. La fase REM del sueño es más corta durante los primeros ciclos (menos de 20 minutos) y más largas en los últimos (mas de 20 minutos). En el periodo que hay entre 2 ciclos de sueño no estamos realmente durmiendo: es una especie de zona intermedia, en la que si no somos molestados (por la luz, el frío, el ruido, etc) pasamos a entrar a otro ciclo de 90 minutos.

Si fuéramos a dormir de forma completamente natural, sin alarmas u otro tipo de molestas perturbaciones, nos despertaríamos, aproximadamente, tras un múltiplo de 90 minutos. Por ejemplo tras 4′5 horas, 6 horas, 7 ‘5 horas o 9 horas, pero nunca tras 7 u 8 horas (que no son múltiplos de 90 minutos). Una persona que sólo duerma 4 ciclos (6 horas) se sentirá más descansada que otra que duerma durante 8 o 10 horas, pero que no haya podido completar uno de los ciclos por haberse levantado antes de acabarlo (es decir, que lo haga en la etapa de sueño “profundo” y no en la inicial de sueño “ligero”). Así es como se explica que por ejemplo los fines de semana, sin usar despertador, nos levantamos despejados, y durante la semana cansados (aún pasando sólo un poco mas de tiempo en la cama, y a veces incluso menos), o también es la respuesta a la pregunta con la que empezábamos el artículo.

Sabiendo todo esto, podrán adivinar que el secreto para despertarse despejado es hacerlo justo cuando acaba un ciclo de sueño y empieza otro, es decir, hacerlo en la etapa inicial de sueño “ligero”. Pero, ¿cómo hacer eso? Debido a que cada ciclo dura 90 minutos, podríamos calcular en que momento programar la alarma del despertador, para que nos levantara justo en ese momento, simplemente usando para ello múltiplos de 90 minutos -como por ejemplo que tardara 7 horas y media en sonar-. El problema es que tomar como referencia los 90 minutos es incorrecto, pues no es una regla fija - para cada persona su ciclo de sueño es diferente. Además como hemos visto el ciclo del sueño no es constante… varía en duración a lo largo de la noche (la fase REM es al principio mas corta y luego mas larga), y se ve afectado por factores externos como el ejercicio, el alcohol y las drogas. Tampoco puedes saber si te quedarás dormido al instante, nada más entrar en la cama, o tardarás X tiempo en hacerlo, por lo que al final la alarma podría sonar en el momento incorrecto, durante una fase de sueño “profundo”.

Tenemos que intentar medir nuestros propios ciclos, y aquí es donde comenzamos nuestro método.

El Método

Necesitaremos programar 2 alarmas (hay relojes que lo permiten, o sino pueden usar el reloj despertador y la alarma del telefono móvil, o cualquier combinación que se les ocurra).

La primera alarma la programaremos para que suene antes del momento en el que nos queremos despertar (luego veremos cuanto antes). Y haremos que esta sea en forma de radio o música muy muy tranquila. La segunda alarma la pondremos para que salte en el último momento que te puedes permitir ser despertado, y la haremos sonar con el típico zumbido fuerte y molesto.

El truco es que la primera alarma tenga el volumen exacto para que sólo te pueda despertar si estás en la fase de sueño “ligero”, y que no lo consiga si estás en una etapa de sueño “profundo”. La segunda alarma es simplemente un “salvavidas”, para asegurarnos, en el caso de que la primera alarma no consiga espabilarnos, de hacerlo con el tiempo suficiente para ir a trabajar o lo que sea.

Tendremos entonces que ajustar dos cosas. La primera es en que momento hacer sonar la primera alarma. Puedes usar la regla de los 90 minutos, y estimar así cuando entrarás en una fase de sueño “ligero”, para hacerla saltar en ese momento (por ejemplo si te vas a dormir a las 00:00 programarla a las 7:30). Otra alternativa (quizá más práctica), es poner dicha primera alarma 30, 45, 60, o 90 minutos antes que la segunda, con la esperanza de pasar por alguna etapa de sueño “ligero” durante ese tiempo. La segunda cosa que necesitarás ajustar es el volumen de la alarma. Tiene que ser lo suficientemente fuerte para que te despierte durante el sueño “ligero”, pero no tanto como para despertarte durante el sueño “profundo”. Haciendo pruebas durante varios días (empezando desde el nivel más bajo de volumen e ir aumentándolo) es la única forma de ir afinándolo.

Como ves es un sistema fácil de implementar, y que no necesita de un cambio radical en nuestra forma de vida, pero que puede mejorar notablemente nuestra sensación al despertar y durante el resto del día. ¿Porque no probarlo?

Fuente: www.xtremos.net

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CONSEJOS PARA UN BUEN DESCANSO NOCTURNO

Martes, 23 de Noviembre de 2010

La dificultad para conciliar el sueño, o despertarse a menudo a lo largo de la noche, son algunos de los síntomas de desarreglos durante el descanso nocturno que muchos hombres sufren a diario.

Presentamos cinco reglas de oro para prevenir el insomnio, y con las que podremos descansar mejor.
1. Respetar el sueño

Si tenemos alguna dificultad a la hora de conciliar el sueño, por la noche, puede ser que nos estemos yendo a la cama fuera del horario que el cuerpo establece como el más conveniente para dormirse.

Habitualmente esto suele ocurrir cuando aguantamos en el sofá del salón hasta que termine la película, luchando por no dormirnos. También suele pasar si no somos capaces de dejar la lectura del libro que llevamos entre manos, por conocer el final de un determinado capítulo.

Debemos saber que el sueño está organizado en ciclos de una hora y media, aproximadamente. Si no tomamos “el tren” a su hora, tendremos que esperar al siguiente, que no pasará hasta bien pasados otros sesenta o noventa minutos.

La regla consiste en acostarse cuando el sueño se apodera de nosotros, eso significa que el tiempo de dormir ha llegado. Lo ideal es que nos acostemos y nos levantemos siempre a la misma hora.
2. Encontrar la temperatura correcta

Existe el error de tomar un baño caliente por la noche, esperando así relajar tensiones, y preparar el cuerpo para el sueño. Sin embargo, esto es falso, puesto que cuando el cuerpo está preparado para dormirse, el organismo disminuye su temperatura interna.

Por lo tanto, deberíamos ir en este sentido, y no en el contrario, así que si tenemos la costumbre de bañarnos antes de irnos a la cama, lo ideal es que el agua no supere los 37º C de temperatura.

De igual modo, en la habitación donde está la cama, la temperatura ambiental no debería superar los 20º C; y por supuesto, dormir siempre con los pies calientes. Los científicos consideran que calentando las extremidades, se favorece la vasodilatación de los capilares, lo que termina facilitando el adormecimiento del cuerpo.
3. Una cena ligera

Tener una digestión pesada es lo peor que nos puede pasar a la hora de irnos a la cama. De entrada, en las cenas se deben evitar las carnes rojas, las comidas con muchas especias, el alcohol, el café y el té. Lo mejor es comer embutidos, pan, algo de pasta, pescado, verduras y productos lácteos con alto contenido en triptófanos, que es una sustancia a partir de la cual se fabrica la serotonina, la hormona responsable de la tranquilidad y el sueño.
4. Preparar la cama

El dormitorio, como la propia palabra dice, es el lugar reservado en la casa para dormir, y exclusivamente para eso. No es una sala de televisión, ni un apéndice del despacho, ni una prolongación de nuestra mesa de trabajo.

De igual modo, una cama merece todo nuestro cuidado, empezando por el colchón, cuya elección no se puede dejar a la suerte. Un colchón se debe cambiar cada 10 años.
5. Fuera preocupaciones

Algunas actividades intelectuales perturban seriamente el sueño, sobre todo si es ligero. Por eso se debe evitar que las preocupaciones del día se metan con nosotros en la cama. Nos referimos a las cuestiones económicas, o a los problemas de pareja, o a las preocupaciones por los hijos.

Durante el sueño las cosas no se cambian, así que lo mejor es dormir bien para afrontar con buen ánimo todas las dificultades que componen nuestro mundo personal, y buscarles al día siguiente una solución.

Fuente texto: www.ciudadpride.com

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10 CONSEJOS PARA QUE EL BEBÉ APRENDA A DORMIR

Viernes, 19 de Noviembre de 2010
 

bebes durmiendo5 Fotos de bebés durmiendo

A dormir se aprende…

La llegada de un bebé marca un antes y un después en todos los aspectos de la vida de la pareja y el dormir es uno de ellos. El pensar en volver a dormir plácida y despreocupadamente toda la noche es realmente un sueño. La realidad no es una pesadilla pero se parece bastante. De todas formas, existen técnicas que se pueden poner en práctica para enseñar al bebé a dormir. A dormir se aprende, como a comer o a caminar.

Los 10 consejos básicos

Aquí encontrarás 10 consejos que deberías poner en práctica para enseñarle a dormir al bebé y a dejar dormir. Adelante, esto no es una misión imposible, porque ya alguna vez se dijo: “Todos los bebés finalmente se duermen…”.

1. Vestimenta adecuada

Asegúrate que el bebé tenga una vestimenta adecuada para dormir.

2. Respeta los horarios de sus comidas

Es importante establecer una rutina en sus comidas, especialmente en bebés que empiezan a comer sólidos.

3. Intenta darle su última comida antes de las 22 hs.

Luego de este horario los cólicos o algunos trastornos digestivos podrían molestarlo para dormir o despertarlo durante la noche.

4. Enséñale a diferenciar el día de la noche

Enséñale a tu bebé a reconocer la noche y el día desde muy pequeño. Luz y ruido durante el día, oscuridad y silencio por la noche.

5. No lo acunes en brazos

Sólo debes recostarlo en su cuna y acariciarlo, cántale una canción o cuéntale un cuento. De esta forma se establecerá una rutina que lo ayudará a dormir.

6. Intenta que un juguete que le guste lo acompañe en la cama

Un juguete especial puede ser una buena compañía a la hora de acostarse y si se despierta por la noche.

7. Si llora, no lo lleves a tu cama

Acompáñalo en su habitación, turnándote con tu pareja hasta que logre dormirse nuevamente.

8. Si vuelve a llorar, tarda cada vez más en ir a su habitación

Incrementa los tiempos de a 5 minutos. De esta forma el bebé no se acostumbrará a que alguien vaya inmediatamente.

9. Establece una rutina para ir a dormir

Inventa una ceremonia de ir a dormir, que se repita sistemáticamente y pueda ser desempeñada por ti, por tu pareja o por ambos. Puedes contarle un cuento o ponerle una música tranquila en el mismo horario todos los días.

10. Respeta y haz respetar estas reglas

No permitas que las personas que lo cuidan cuando no estés rompan estas consignas. Recuerda las reglas deben establecerlas y respetarlas tu y tu pareja. Con firmeza, pero a la vez con afecto, el bebé aprenderá a concocer cuáles son sus límites

Fuente texto: www.babysitio.com

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CONSEJOS FÁCILES PARA DORMIR BIEN

Jueves, 18 de Noviembre de 2010

El insomnio se ha incrementado en los últimos años. Invertimos más tiempo en la calle y en el trabajo que a descansar y dormir. Vivimos en una sociedad donde predomina la hiperproductividad, y dormir, se considera una actividad pasiva y no productiva, todo lo que no es productivo tiene mala fama.

Pero hay que recordar que dormir es una inversión a largo (o mediano) plazo. Si dormimos mal hay que tener presente que nos exponemos a los muchos peligros:
- Hipertensión y mas riesgo de infarto.
- Dolores de cabeza.
- Más problemas digestivos.
- Fallos de memoria.
- Ansiedad y depresión (más estrés).

Si quieres dormir mejor practica los siguientes consejos, verás que son fáciles:
- Baja tu temperatura corporal. Si haces ejercicio de noche, descansa un poco y toma una ducha antes de dormir.
- Asegúrate de haber hecho la digestión antes de dormir. Prueba una cena ligera, ya que una cena pesada, muy tarde, cuantiosa o con mucha grasa te dará problemas para dormir.
- Practica la relajación previa antes de quedarte dormido.
- Una buena respiración es fundamental. Una mala respiracion produce trastornos del sueño.
- Ve a un lugar relajado (como el campo) y aprende a dormir. Lejos de la ciudad es más fácil conciliar el sueño. Luego puedes practicar lo aprendido en tu casa.
- A diario combina actividad física, alimentación sana y mucha relajación.

Para conciliar el sueño, deberíamos eliminar nuestros relojes despertadores, el unico reloj debería ser el del ciclo solar. Si no puedes prescindir de él (se que es difícil) intenta quitarlo de la mesa de noche y programa la hora a la que deseas despertarte. Elimina esos relojes que alumbran, así no estarás pendiente de la hora. Los relojes hay que quitarlos de la vista, es la única manera de no estar calculando cuánto tiempo nos queda para despertarnos.

Tener un mal hábito de sueño nos puede repercutir en nuestra calidad de vida. Ya sabes, la decisión es tuya. Aplica estos consejos y te aseguro que podrás dormir mejor.

Fuente: www.evidasana.com

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