COLCHONES
La elección de un nuevo colchon es algo que no debe hacerse a la ligera, en la actualidad existe una amplia gama de productos para el descanso, y esto nos ofrece la posibilidad de poder elegir el que mejor se adapta a nuestras necesidades.
Así pues, aunque muchos colchones ofrecen resultados casi “milagrosos” como un descanso profundo y reparador inmediato, debemos atender a otros factores que alteran nuestro sueño como lo son el stress, estado anímico, problemas del día a día, malas posturas o cualquier otro factor externo que es imposible que el colchon nos pueda solucionar.
Donde el colchon puede jugar un papel fundamental es atendiendo a nuestra fisionomía o determinadas enfermedades, donde se necesita un colchon adaptado a la necesidad específica. Para los pacientes que precisan mantener reposo y deben permanecer un larga temporada en cama lo ideneo es un colchon antiescaras bastante blando, si bien para los que padezcan problemas en la columna, lo recomendable es un colchon firme. Es importante tener estos factores presentes, no obstante en dados estos casos siempre es conveniente consultar a nuestro medico previamente, ya que el podrá determinar con mayor exactitud lo que mejor nos conviene al tener un seguimiento personal mucho más exacto y pormenorizado.
Debemos revisar nuestro colchon periódicamente, recordemos que un colchon hundido, incomodo, en mal estado, viejo debido a su prolongado uso o un colchon de muelles demasiado barato donde el acolchado es bastante austero no son los colchones más apropiados para descansar correctamente. Que podamos dormir en ellos, no significa que sea lo mejor para nuestra salud, y a la larga pueden producirnos dolores lumbares o cervicales, entre otro tipo de dolencias.
Para prolongar de alguna manera la vida de nuestro colchon, lo más aconsejable es darle la vuelta periódicamente, actualmente muchos colchones vienen con dos diferentes superficies para cada lado del colchon (invierno y verano), aunque supuestamente su superficie (materiales) deben ser más cálidos o más frescos para cada estación del año también suele hacerse para recordar que es conveniente realizar esta acción, cuando menos un par de veces al año para evitar su pronto deterioro en zonas especificas debido a nuestro peso o segun que posturas.
Durante siglos el hombre ha utilizado distintas superficies para dormir, así pues nos podemos encontrar entre las distintas culturas ancestrales y a través de la historia de la humanidad: las esterillas de los antiguos egipcios, los jergones confeccionados con lana y plumas de los romanos, las pieles de oveja apiladas del pueblo griego, las amacas de las tribus del amazonas o más contemporáneamente los antihigiénicos colchones de paja. Ante todo y en función de sus posibilidades lo que se pretendía era lograr un lugar lo más apropiado para descansar de la mejor manera posible y de alguna manera lo consiguieron con éstas técnicas.
Afortunadamente hoy en día podemos conseguir, de una manera más adecuada y estudiada, la forma de descansar correctamente y a su vez lograr el objetivo principal de dormir sobre una buena superficie, que no es otro que disfrutar de un sueño reparador que nos devuelva la vitalidad y el descanso que necesitamos de forma saludable y cómoda para nuestro cuerpo.
Para ello, los colchones están confeccionados con diferentes materiales específicamente para que nuestros músculos, huesos y articulaciones se apoyen de forma adecuada a nuestras necesidades. Los tipos de colchones que existen en el mercado son:
• Colchones de Muelles
• Colchones de Látex
• Colchones de Espuma
• Colchones de Poliuretano
• Colchones de Viscoelastica
• Colchones de Agua
• Colchonetas
• Colchones Especiales de Otros Materiales
Por último el tamaño de la cama debe ser amplio, sea de matrimonio o individual, nos permitirá un descanso más saludable al tener más espacio para poder movernos con libertad y poder dormir “a pierna suelta” sin que nuestro cuerpo sobresalga por ningun lado de la cama en la medida de lo posible o el espacio sea tan ajustado que debamos rotar sobre nosotros mismos para poder cambiar de posición, ya que moverse en la cama durante el sueño es algo normal y debemos contar con ello.
Por: www.hogaryjardin.com
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